Luego de la muerte de mi madre, quedé al cuidado de mi hermana y mi cuñado quienes se convirtieron en mis nuevos padres y me permitieron pertenecer a una familia, lo que me llevó a experimentar de cerca la misericordia y la gracia de Dios en mi vida. 

Mi etapa escolar fue mas bien normal o a decir verdad por debajo del promedio, sin mayores reconocimientos, sin ocupar nunca un primer puesto y lejos de ser la popular del colegio. Con muchos problemas de autoestima e identidad logré sobrevivir a la secundaria y graduarme como bachiller académico en el año 1999.

Desde pequeña me gustaron los micrófonos y las cámaras, soñaba con trabajar en medios de comunicación y cuando tenia la oportunidad de pasar por el Colegio Superior de Telecomunicaciones, algo dentro de mi me decía que algún día estudiaría ahí. Y así fue, la voz interna no se equivocó y en el año 2003 ingresé a esta institución que siempre admiré, para formarme como Locutora y Productora de Medios Audiovisuales. A diferencia del colegio donde nunca sobresalí,  allí logré graduarme con honores con el micrófono de oro a mejor voz femenina y una nominación a mejor presentadora de televisión.

Luego en mi paso por la Corporación Técnica de Colombia «Corpotec» donde me gradué como Tecnico Profesional en Locución y Periodismo Electrónico, recibí junto a mi grupo de compañeros, un reconocimiento al mejor trabajo de grado de proyección social.

Estos reconocimientos fueron muy significativos, ya que por primera vez me sentía valiosa, además de la exposición que mi carrera de medios audiovisuales me daba. Sentía que la vida se estaba poniendo a cuentas conmigo, devolviéndome un poco de esa atención y aprobación que tanto necesité cuando mi madre murió y cuando mi padre se fue. Y cual niña  hambrienta saciaba la sed de mi alma herida con los aplausos y el reconocimiento que lo micrófonos y las cámaras me proveían. 

Esto me llevó a entender que muchos de los sueños que en ocasiones construimos pueden tener como base, las heridas emocionales; y  los excesos en la edad adulta, pueden obedecer a las carencias en la niñez. Por lo menos en mi caso fue así. Sin embargo los vacíos de mi alma nunca pudieron  encontrar en la fama, el dinero o el poder, una forma definitiva para saciarse. Como lo diría el sabio Morty en la pelicula Click, evocando al duende de la publicidad de cereales: «Siempre anduvo tras el oro al final del arco iris, pero cuando llegó allí al final del día, solo eran hojuelas de maíz»

Luego de descubrir que el periodismo aunque me gustaba, lo usaba para ganar aprobación y admiración, decidí empezar un proceso de preparación de forma muy autodidacta en aquello que sentia que realmente me iba a llevar a cumplir mi propósito de vida, asi que realicé algunos diplomados en Coaching, Comunicación Digital, Fundamentos de Coaching, Neuromarketing, Neuro Psicopedagogia Infantil, Sicología Infantil e Inteligencia Emocional, Sicología clínica, asi como una Complementaria Virtual en Inducción a Procesos Pedagógicos del SENA. Cada año me sigo preparando, pero ya no con la intención de acumular títulos, sino de seguir fortaleciendo mis conocimientos para ayudar a más personas a sanar para volar con alas propias.