Si no sanas antes de emprender puedes enfermar tu emprendimiento, porque para alcanzar la libertad financiera es importante alcanzar la libertad emocional.
El emprendimiento debe tener bases firmes sobre las cuales construir un proyecto sólido que no sólo te de sentido de vida sino que a través de él, puedas dejar un legado. Para ello es importante definir el propósito y un plan de acción muy consciente para sortear las diferentes situaciones que surgen antes, durante y después de emprender.
Esta semana estaré compartiendo contigo 3 ejercicios emocionales para que emprendas desde tu sanidad emocional.
- RECONOCE LAS HERIDAS EMOCIONALES QUE PODRÍAN ENFERMAR TU EMPRENDIMIENTO
Si te duele el rechazo, te da miedo el abandono, quieres hacer siempre justicia frente a los actos injustos de las personas, te cuesta confiar o la humillación de otros te genera una tristeza profunda, es hora de reconocer tus heridas antes de emprender.
Es importante entender que las heridas emocionales van sanando a medida que se van presentando situaciones similares a las que te causaron la herida inicial, por eso no te estoy hablando de sanar completamente antes de emprender, sino de reconocer y aceptar tus heridas para que puedas identificar el dolor que te producen ciertas situaciones y no dejarte guiar por ese dolor. Para sanar las heridas de raíz, necesitarás de conciencia y mucha paciencia,
Por eso es importante que te hagas esta pregunta antes de continuar con tu idea de negocio. Que guiará tu emprendimiento ¿Tu herida o tu propósito?
Recuerda que facturar con fracturas en el alma es un mal negocio
- HAZ UN BALANCE DE TUS RELACIONES INTERPERSONALES, YA QUE SERÁ LA BASE DE TU EMPRENDIMIENTO
Si deseas emprender debes entender que en algún momento tendrás que generar relación con otras personas, para ello es importante revisar tu capacidad para escuchar a los demás, la habilidad para resolver conflictos y tu nivel de empatía, ya que emprender es más que comercializar productos o servicios.
Las relaciones interpersonales, quizás en unos emprendimientos más que en otros, son la manera de entrenarte en inteligencia intrapersonal e interpersonal para conectarte con otros y trascender en ellos. Si la principal meta de tu emprendimiento es ganar dinero, puedes dejar este paso como una opción, pero si deseas dejar un legado para las siguientes generaciones, empieza a detectar cuales son las situaciones actuales que no te permiten conectar de manera sana y efectiva con los demás.
El fracaso y la frustración son parte de la vida y también del emprendimiento, por eso es importante que evalúes en qué nivel está tu capacidad de responder a las situaciones que no salen como esperas, porque tu emprendimiento estará acompañado de estas situaciones y la clave del éxito es aprender la lección de cada desacierto, para hacerlo mejor cada vez.
Para familiarizarte con el fracaso, te invito a que mires películas , leas libros y busques videos sobre emprendedores, te darás cuenta que todos tuvieron que enfrentar momentos dolorosos, pérdidas, quiebras, enfermedades, problemas familiares e infinidad de desaciertos.
Cuando Thomas Edison inventó la bombilla, no le salió a la primera, sino que realizó más de mil intentos, hasta el punto de que un discípulo suyo le preguntó el por qué persistía en construir una bombilla, si tras más de 1000 intentos no había conseguido más que fracasos, Edison, respondió: “No son fracasos, he conseguido saber 1000 formas de cómo no se debe hacer una bombilla”.
Recuerda que el éxito es una montaña de fracasos y estarás listo para enfrentarlo cuando tu propósito sea mayor que tu dolor.
¿Estás listo para fracasar? Entonces estás listo para emprender
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